sábado, 25 de mayo de 2013

Cansancio


Día 365+73
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Funke, Cornelia: Las gallinas Locas. El secreto de la felicidad. (Traducción del Alemán: María Alonso) Barcelona, Ediciones B, 2006.



¿Te ha pasado que hay días en que uno tiene energía para hacer de todo? Se levanta, tiende la cama, lava la ropa, limpia, hace de comer, trabaja, vuelve a hacer de comer, se tiene energía para ir a hacer algunas compras o pagos, se visita a un conocido y hasta antes de dormir se leen un buen número de páginas. Pero así como hay momentos llenos de energía, también hay otros que son todo lo contrario. ¿Por qué será?


 “[…] A Sardine le dio la impresión de que el número de escalones se había triplicado y de que eran, además, más empinados que por la mañana. Y sólo era medio día. ¿Cómo es posible que estuviera tan cansada?” (p.101)



Hace algunos años me pasaba que me sentía deprimida si no rendía en el día como yo lo había pensado, un sentimiento de derrota entraba en mi mente y cuerpo que en lugar de inyectarme un buen estado de ánimo, me hacía sentir todo lo contrario.


Creo que no siempre se está cansado físicamente, porque cuando es así el cuerpo es tan sabio que busca sus propios mecanismos para obligarnos a descansar, sino que en muchas ocasiones es sólo un estado mental que no podemos quitarlo tan fácilmente. Yo he experimentado que el estar enojada o triste me hace cansarme más rápido, ¿o sólo será mi imaginación? [1]











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