Día 365+54
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Steel, Danielle: Secuestro. (Trad. María Antonia Menini) Barcelona, Grijalbo Mondadori, 1993.
Steel, Danielle: Secuestro. (Trad. María Antonia Menini) Barcelona, Grijalbo Mondadori, 1993.
¿A qué se deberá que algunas personas siempre creen tener
la culpa de todo? Pienso en alguien que cuando estaba con sus amigas, en el
colegio, y alguien hace un berrinche, se siente culpable aunque que tenía la
culta; o en una esposa que cuando llega el marido de malas se pregunta ¿qué le
habré hecho?; o en el hijo que siempre, y ante todo, pide perdón hasta por
cosas que no hizo. No se me ocurre otra respuesta que esto es por falta de
autoestima.
“-Tú no tienes la culpa de todo lo malo que ocurre en
este mundo –dijo John en tono levemente hastiado- […]” (p.253)
Estoy totalmente de acuerdo que algunas ocasiones sí
somos culpables de lo que sucede, pero que cuando siempre nos echamos la culpa
por todo es porque tenemos una baja autoestima, y cuando esto es al revés, o sea
que nunca aceptamos nuestras culpas, entonces caemos en la arrogancia. Creo que
los dos extremos muestras una falta de objetividad ante los hechos, y las
personas. Poder romper con esta etiqueta, de “culpables”, requiere de formarnos
como seres humanos fuertes, libres y conscientes, no pretendiendo ser perfectos
ni imperfectos, sólo sinceros. En pocas palabras dejar de ser el patito feo en
todo, y no refiriéndome a los físico.[1]
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