domingo, 22 de septiembre de 2013

La explicación del materialismo histórico sobre la dominación masculina sobre las mujeres

Día 365+193
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





La dominación masculina se da, según el materialismo histórico (que traté de entender en la entrada de ayer a grandes rasgos) que era por el uso y avances de las técnicas de los hombres para saciar sus necesidades básicas. Los seres humanos pasaron de ser nómadas, según los rastreos históricos, a sedentarios, y al encontrar un lugar fijo para vivir, esto llevo a crear herramientas para trabajar la tierra y organización entre los integrantes del grupo.



“[…] Con el descubrimientos del cobre, del estaño, del bronce, del hierro, y con la aparición del arado, la agricultura extiende su dominio […] Entonces el hombre recurre al servicio de otros hombres a los cuales reduce a esclavitud. Aparece la propiedad privada: dueños de los esclavos y de las tierras, el hombre se convierte también en propietario de la mujer. Es <<la gran derrota histórica del sexo femenino>>. […]” (p. 54)




Así que el materialismo histórico afirma que en el momento en que el hombre es sedentario, descubre los metales y se da la propiedad privada, las mujeres se vuelve parte de esta propiedad. Esta teoría suena de lo más interesante, porque nos guste o no, nos explica el por qué de la dominación masculina sobre las mujeres, y también sobre todo aquello que se convierte en parte de su propiedad.



Claro está que para dar este paso, no sólo bastó con tener necesidades básicas que cubrir, sino que también tuvo que a ver una serie de elementos sociales y psicológicos que llevó a que estos seres preservaran de esta manera su dominio.  [1]














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