sábado, 31 de marzo de 2012

La muerte





Día 18

Lectura: Murakami, Haruki: Tokio Blues (Norwegian Wood). (Trad. Lourdes Porta) 
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.

Mi primer encuentro con la muerte fue como a mis siete años. Nadie había muerto cercano a mí, pero no sé dónde vi u oí el tema y me preguntaba ¿Qué se sentirá morir? ¿Y si me muero? ¿Qué es la muerte? Recuerdo que no podía dejar de angustiarme a esa corta edad. Lloraba y no quería más que estar abrazada de mi mamá. Es un recuerdo desgarrador y duro. Era el miedo extremo a lo desconocido. Años después murió mi abuelito, pero yo me imagino que al ser una persona ya grande -98 años- no fue algo que me perturbara tanto como la muerte de un gran amigo a mis 23 años. 

Watanabe me recordó lo que viví y sentí: “[…] fui incapaz de hallar mi propio espacio en el mundo que me rodeaba. […]” (p. 38) la muerte desubica. Estar enfrente de ella, y más ante alguien casi de tu misma edad, te sacude como un temblor y se sientes un gran vació en el “corazón”. Sé que lo has sentido.

 Antes de tenerla tan cerca se siente como algo lejano, imposible de ocurrir, casi como un mito. “<<La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella>>.” (p. 39) ¿qué significa esto? La muerte no es algo ajeno. Si miramos a nuestro alrededor está siempre presente. No sólo mueren las personas, también los sentimientos, las cosas, los momentos. Ahora estoy escribiendo en esta computadora, pero en un instante este suceso muere, se acaba. Nosotros mismo lo podemos sentir, las cosas viven y mueren constantemente. ¿Cómo vivir a su lado? Porque pensar en la muerte puede ser paralizante. Yo creo que si nos damos cuenta que la muerte es parte de la vida, como lo dice Watanabe, y no algo opuesto, podremos tomarlo como algo normal, aunque normal no quiera decir fácil. Y tú ¿cómo vives con la muerte?

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