Día 143
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
Huxley, Aldous: Un mundo feliz. Madrid, El mundo (Millenium), 1999.
Huxley, Aldous: Un mundo feliz. Madrid, El mundo (Millenium), 1999.
Pensar en lo que
llamamos familias, ya no es sólo lo que antes se entendía: mamá, papá e hijos.
Ahora sabemos que esta palabra a adquirido un sentido más extenso, porque ahora
ya hay familias que están compuestas sólo por mamá, o papás, o abuelos e hijos
o sin ellos. Las variantes pueden ser tantas como las posibilidades que
representan.
“- Intenten imaginar lo que significa
<<vivir con la propia familia>>.
Lo intentaron pero, evidentemente, sin
éxito.
- ¿Y saben ustedes lo
que era una <<hogar>>?
Todos hicieron un gesto de negación.” (p.59)
Pienso también, al
leer esta cita, en todos aquellos niños que no crecen y viven con sus parientes
sanguíneos, sino que son criados en orfanatos, amigos o vecinos. Y creo que en
el momento en que compartimos espacios y costumbres un grupo de personas, ya
podemos considerarlo una familia.
Este libro maneja una
sociedad en donde los niños son “educados” en un ambiente totalmente manipulado,
en donde hay personas que llevar a cabo las programaciones de conducta y cerebro.
Así que mi pregunta sería: ¿Si esto fuera posible, el tratar a los niños como
objetos y no como sujetos, nos sacaría de la definición de familia? Muy
probablemente sí, porque entonces ya no importaría tanto los sentimientos y
bienestar de los sujetos, sino el fin que buscara una nación o un grupo de
poder. [1]
[1] La
ilustración mostrada fue tomada de http://atencionatupsique.wordpress.com/2012/03/09/la-familia-la-clave-del-cambio-social/
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