Día 159
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
Huxley, Aldous: Un mundo feliz. Madrid, El mundo (Millenium), 1999.
Huxley, Aldous: Un mundo feliz. Madrid, El mundo (Millenium), 1999.
La lactancia es uno
de los pasos naturales que vivimos las mujeres al tener una cría. Sabemos que
es fundamental y primordial para el desarrollo de los primeros meses de vida
del bebé, y aunque no es fácil el convertirse experta en esta habilidad, sé que
todas aquellas que lo han logrado quedan más que contentas.
“ […] Y los horrores fueron sucediendo
ante sus ojos sin descanso. El espectáculo de dos mujeres jóvenes que
amamantaban a sus hijos la sonrojó y la obligó a apartar el rostro. En toda su
vida no había visto una indecencia como aquélla. […]“ (p.137)
Seguramente si tú
eres de este club de lactancia, la escena antes citada, no es sólo un relato de
ciencia y ficción, sino toda una realidad, porque al vivir en una sociedad en
donde lo morboso, lo asociado con el sexo es tal que muchas personas no pueden
verlo como algo normal y natural.
Por suerte y constancia yo logré ser de este grupo, y
por desgracia he tenido que padecer escenas en donde no he podido descubrirme
el ceno porque de la gente no deja de mirar, pero yo siempre le encuentro el
modo para que él pueda tomar. Por una actividad libre de lactancia.[1]
[1] La
ilustración mostrada fue tomada de http://www.guiainfantil.com/salud/alimentacion/molestias.htm

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