lunes, 22 de octubre de 2012

Reina 1


Día 222
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Gottschalk, Maren: Reinas (Cinco soberanas y sus biografías), México, FCE (A través del Espejo), Trad. Ofelia Arruti 2010, 2003.



Leonor de Aquitania, del siglo XII en Europa, nacida en Francia, es la primera reina de este libro. Heredera de grandes extensiones de tierra, la hacen un buen partido para la Edad Media. Lo que nos comenta Maren Gottschalk de las reinas es que no se sabe mucho de ellas y como son puestas siempre en segundo plano, es difícil saber con claridad sobre su sentir. Pero ella al intentar retratarlas, se enfoca en lo que pudieron vivir de una manera más justa y objetiva.


 “[…] Leonor necesita una protección masculina y por su parte, Luis VI quiere asegurar el futuro de su hijo y de su familia […]” (p.16)


Así que trataré yo también de ser justa con lo que leí. Noto que la reina Leonor fue una mujer  que sabía comprometerse con su cargo social y político, y que para muchas cosas no necesitaba a un hombre a su lado, no por lo menos para protegerla, sino para engrandecerla, y es por ello que decide divorciarse la primera vez (suceso penado por la Iglesia en ese tiempo) en busca de mejores y mayores intereses. Así que en el momento es que se casa por segunda vez y tiene ocho hijos de ese matrimonio, y dos del anterior, está más tranquila al tener a quien heredar. En el momento en que su nuevo marido enloquece, le quita el poder que tenía y la persigue para mantenerla aislada por muchos años, no le trunca su poderío. Al morir el rey ella sabe que tiene que retomar las riendas de lo que siempre fue: una reina del poder, guiando a sus hijos hasta el fin de sus días.


Siento que lo que notaré a lo largo de estas historias es el dominio de lo masculino, y la inteligente intromisión de lo femenino en lo que parecería un mundo en donde ellas no tenían cabida, pero dejan rastros por todos lados, como es el caso de Leonor, el Águila de dos Cabezas.[1]









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