Día 241
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Kundera,
Milan: La insoportable levedad del ser,
Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
En esta ocasión paso
de un libro que es muy juvenil, Bialet, Graciela: El jamón del sándwich, a uno, que como sus primeras líneas lo
demuestran, es sólo para adultos. Al empezar citando un filósofo de la grandeza
de Federico Nietzsche, me catapulta al grado que llevará el autor las cosas.
Milan Kundera
actualmente tiene 83 años de edad y vive
en Francia, desde que decidió emigrar a dicha nación, al ser totalmente censurado
su trabajo en su natal Republica Checa, en el años de 1975. Pocos años después
se nacionaliza francés, y en 1984 escribe
el texto que ahora empiezo[1].
“La idea del eterno retorno es misteriosa […]
¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y
que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito¡ ¿Qué quiere
decir ese mito demencial?” (p.7)
Así es, imagina que
todo, pero absolutamente todo fuera un eterno retorno; piensa en las cosas
positivas (como el amor, la felicidad,
los amigos, los hermosos paisajes, etc.) y en las negativas (las guerras, el
odio, las muertes, etc.) Seguramente te agrada la idea de que lo primero se
repita eternamente, pero ¿lo segundo también? Lo que significa la idea del
eterno retorno es fácil de entender cómo se plantea:
Sucesos lineales
(como los vemos): fugacidad, distancia, carente de significado, no causa miedo,
nostálgicos, fugaz.
Vs
Sucesos en el eterno
retorno: enfático, condena o exalta.
Por ejemplo, una joven
madre que mata a sus hijos. Piensa que sabes de ello, como ahora lo vivimos,
desde una nota fugaz en el Internet, en la televisión, que es tan rápida, que
los espectadores pasamos de la indignación del instante al perdón en poco
tiempo, al saber que fue por hambre, se justifica la acción. Ahora mira el
mismo escenario pero imaginando que se repite una y otra vez la misma historia,
eternamente por siempre, ¿crees que se calificaría igual el suceso? No, cambia
la mirada, seguramente se terminaría despreciando.
Todo esto me hace
pensar en mis acciones, decisiones, en todo lo que fui, soy y seré. Si lo veo
con la lupa de lo instantáneo, de lo que no regresa, seguramente les encuentro
justificación, pero si los veo desde el lente del eterno retorno seguramente sería
un defecto garrafal e imperdonable. ¿Qué piensas cuando escribo sobre esto? ¿Crees
que la interpretación de lo pasado, cambian según con los ojos que se miren
desde el presente?[2]
[1] Para saber más de su vida y obras consultar http://es.wikipedia.org/wiki/Milan_Kundera
[2] La imagen fue tomada de http://www.uniliber.com/autor/KUNDERA-MIL%C3%81N.html
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