domingo, 11 de noviembre de 2012

Inicio de La insoportable levedad del ser


Día 241
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona, 
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.



En esta ocasión paso de un libro que es muy juvenil, Bialet, Graciela: El jamón del sándwich, a uno, que como sus primeras líneas lo demuestran, es sólo para adultos. Al empezar citando un filósofo de la grandeza de Federico Nietzsche, me catapulta al grado que llevará el autor las cosas.

Milan Kundera actualmente tiene 83 años  de edad y vive en Francia, desde que decidió emigrar a dicha nación, al ser totalmente censurado su trabajo en su natal Republica Checa, en el años de 1975. Pocos años después se nacionaliza francés, y en 1984  escribe el texto que ahora empiezo[1].


 “La idea del eterno retorno es misteriosa […] ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito¡ ¿Qué quiere decir ese mito demencial?” (p.7)


Así es, imagina que todo, pero absolutamente todo fuera un eterno retorno; piensa en las cosas positivas  (como el amor, la felicidad, los amigos, los hermosos paisajes, etc.) y en las negativas (las guerras, el odio, las muertes, etc.) Seguramente te agrada la idea de que lo primero se repita eternamente, pero ¿lo segundo también? Lo que significa la idea del eterno retorno es fácil de entender cómo se plantea:

Sucesos lineales (como los vemos): fugacidad, distancia, carente de significado, no causa miedo, nostálgicos, fugaz.
                                         
 Vs

Sucesos en el eterno retorno: enfático, condena o exalta.


Por ejemplo, una joven madre que mata a sus hijos. Piensa que sabes de ello, como ahora lo vivimos, desde una nota fugaz en el Internet, en la televisión, que es tan rápida, que los espectadores pasamos de la indignación del instante al perdón en poco tiempo, al saber que fue por hambre, se justifica la acción. Ahora mira el mismo escenario pero imaginando que se repite una y otra vez la misma historia, eternamente por siempre, ¿crees que se calificaría igual el suceso? No, cambia la mirada, seguramente se terminaría despreciando.


Todo esto me hace pensar en mis acciones, decisiones, en todo lo que fui, soy y seré. Si lo veo con la lupa de lo instantáneo, de lo que no regresa, seguramente les encuentro justificación, pero si los veo desde el lente del eterno retorno seguramente sería un defecto garrafal e imperdonable. ¿Qué piensas cuando escribo sobre esto? ¿Crees que la interpretación de lo pasado, cambian según con los ojos que se miren desde el presente?[2]












[1] Para saber más de su vida y obras consultar http://es.wikipedia.org/wiki/Milan_Kundera
[2] La imagen fue tomada de http://www.uniliber.com/autor/KUNDERA-MIL%C3%81N.html

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