Día 244
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
Temas como este, la
de la paternidad, me hace pensar en todas aquellas mujeres que conozco que son
madres solteras, porque debo decir que no conozco ninguno padre soltero. La
cuestión no es si hay o no, porque seguro sí hay, sino el por qué es así. Un
gran número de padres están alejando de sus hijos, ya sea por decisión o por injusticia,
aunque creo que gana lo primero.
“Pero cada vez que
tenía que ver a su hijo, la madre inventaba alguna excusa. Si les hubiera
llevado costosos regalos, seguramente habría habido menos obstáculos para los
encuentros. Comprendió que tenía que pagarle a la madre, y pagarle por
anticipado, por el cariño del hijo.[…]” (p.15)
Y aunque sé que los
cánones sociales pueden llegar a pesar tanto, y que por ello se tenga ciertas
actitudes, tanto hombres como mujeres, sé que al final el deseo de
responsabilizarse de un ser, es una decisión que se toma con un acto de
conciencia y no debería entrar otras cuestiones ajenas a ello, como la sed de
venganza. Por desgracia estamos en una época en donde la responsabilidad cada
vez se extingue más, o aquellos que en verdad lo quieren hacer, se topan con incompetencia
y irracional en las madres de sus hijos. [1]
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