Día 245
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.
El vivir con alguien,
en un plano amoroso, no es opción para todas las personas. Esto suena casi
imposible considerando que somos seres sociales (habría que pensar y revisar
bien esto) y que “todos” a la larga buscamos o deberíamos buscar compañía. Pero
así como hay parejas que deciden no tener hijos, también hay personas que no
deseas compartir su espacio, tiempo y responsabilidades con otros. El punto
aquí es la elección, no todos deseamos lo mismo, ni nos hace sentir bien lo
mismo. Ahora, si pasamos al ámbito sexual, donde podríamos discutir arduamente
si el deseo sexual es una necesidad o no, las cosas no varían, ya que hay
personas que deciden no tenerlas o tenerlas, con una o varias parejas.
“Casi todos los días
ella se enteraba de algún detalle de la vida amorosa secreta de él.
Al principio él lo
había negado todo. Cuando las pruebas se hicieron demasiado evidentes, procuró
demostrar que su poligamia no era en nada contradictoria con su amor por ella. No
era consecuente: a ratos negaba sus infidelidades y a ratos volvía a
justificarlas.” (p.20)
Pero una cosa es que
una pareja, o una persona, decidan qué hacer para estar bien, aún en el plano
de la privacidad y en especial en el plano sexual (porque lo que pase en una
recámara también debería decidirse) y otra muy distinta que alguien decidir por
los demás.
El caso de la cita,
arriba, es común. Muchas mujeres u hombres saben o intuyen que su pareja, les
son infiel, y al otra parte cree que es un buen engañador. Ahora, si la pareja lo
sabe y lo acepta, porque no le causa ninguna molestia o trastorno, es acertado,
pero si una de las partes se siente molesto o dañado entonces las cosas ya no
funciona, porque dudo mucho que alguien decida,
con total uso de razón, soportar algo que le lastime, sólo que se haga
un círculo vicioso en donde uno hace y el otro espía, uno miente y el otro hace
como que le cree, en pocas palabras: una relación destructiva que ¿se elige?[1]
Día 245. Una relación así ¿se elige?
Gracias por leer mi blog. Buenas tardes.
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