miércoles, 21 de noviembre de 2012

Si se trata de hablar de sexo…


Día 252
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Kundera, Milan: La insoportable levedad del ser, Barcelona,
RBA editores (Trad. Fernando de Valenzuela), 1993.


En alguna otra entrada ya había hablado del espacio público y privado. Si pensamos en nuestros espacios y en lo que hay en cada uno de ellos, podríamos meter muchas cosas es lo mismos, y podríamos hablar de cada uno de ellos. Pero si debatimos exactamente sobre lo que “podemos” hablar de estos, seguramente las cosas se pondrían filosas. Me quiero enfocar, específicamente, en el plano íntimo, y a su vez en el tema de lo sexual.



“La madre se suena la nariz ruidosamente, le habla a la gente de su vida sexual, enseña su dentadura postiza. […]” (p.49)


Seguramente has escuchado a alguien hablar explícitamente sobre su sexualidad o tú eres el que lo hace; no creo que haya alguno problema en hacerlo en ciertos círculos, como por ejemplo con amigos de confianza y en situaciones específica, como en una despedida de soltera. Y aún así creo que se debe tener cuidado. Esto lo digo porque a mí me pasó: hace algunos años “vacilaba” sobre el tema, me gustaba contar chistes con contenido sexual, pero después de un tiempo me di cuenta que mis amistades me catalogaban de promiscua. Es como si esos chistes pícaros se hubieran hecho parte de mi vida privada. Resalto lo de mi vida privada, porque en realidad sobre mi sexualidad sí he sido reservada, a diferencia de otras personas que cuentan con pelos y señas todo, a todos y en todo momento.


Creo que mucho de esto tiene que ver con nuestro propio carácter. Si somos extrovertidos podemos no tener cuidado y dejar que nuestra vida privada pase a lo público en un abrir y cerrar de ojos. Además si queremos llamar la atención, pues seguramente lo haremos con toda la intención del mundo. Y si le agregamos que nos gusta imponer nuestras ideas, pues hasta daremos consejos.


No veo nada de “malo” el que una persona hable abiertamente sobre sexo ni sobre su sexualidad, pero sí creo que es un problema cuando a los demás no nos apetece escuchar sobre algo que sólo le compete a esa persona, o sea así mismo, o cuando la situación no se presta para ello, porque de un tema polémico e interesante se puede convertir en vulgar e incomodo. ¿Tú qué opinas? [1]










[1] La imagen fue tomada de http://www.bellezapura.com/2011/12/26/mujeres-sin-complejos-un-consultorio-2-0-sobre-anticoncepcion-y-salud-femenina/ 

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