lunes, 11 de febrero de 2013

Abriendo los ojos


Día 335
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.



Hay momentos en la vida de toda persona, que muchas se obstinan porque siempre sea así, en que las cosas no funcionan, o no dan resultados, como “deberían” de darse. Ver siempre lo desagradable a todo, puede ser el pan nuestro de cada día, para muchos no tiene limite; si no podemos atención en estas actitudes podemos caer en un mal innecesario, entrando a un círculo vicioso.


“[…] Por mucho esfuerzo que tengamos que hacer, sabemos que sólo abriendo los ojos se sale de una pesadilla […]” (p. 41)


Cuando estamos dentro de un problema, que somos los protagonistas, es difícil darnos cuenta de que es así y por lo tanto tampoco podemos ver, en la mayoría de los casos, posibles soluciones porque al estar dentro del ojo del huracán no se puede estar al mismo tiempo fuera, como observadores.


Por lo anterior, como dice en la cita, si deseamos  salir de algo, que se ha convertido en una pesadilla, la única forma es abriendo los ojos, y yo diría que tratando de tomar distancia para poder ver, con el mayor objetividad posible, la cuestión y poderlo solucionar.[1]













[1] La imagen fue tomada de www.google.com/search?q=blogspot.&rlz=1C1ASAA_en&oq=blogspot.&sourceid=chrome&ie=UTF-8

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