lunes, 25 de febrero de 2013

Imprudencia y/o estupidez


Día 349
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.



Las acciones y decisiones que toma cada persona, está delimitada no sólo por lo que se desea sino también por las circunstancias familiares, sociales o económicas. En teoría deberíamos de pensar bien las cosas que decidimos hacer, pero en muchas ocasiones somos como hojas que se lleva el viento, que nos dejemos arrastrar por la corriente, y no siempre lo hecho así es lo correcto. Deberíamos poder tener la mente fría para hacer lo correcto para nosotros, para lo que nos rodea, pero la verdad es que no siempre es así.


“[…] Pues esta vez te equivocas, lo que vas a hacer no es una imprudencia, es una estupidez, Una estupidez, Sí señor, una estupidez, y de las gordas, No veo por qué, Es lógico, una de las formas secundarias de la ceguera de espíritu es precisamente la estupidez […]” (p.184)


Cuando actuamos de manera no conveniente, para nosotros o los demás, podemos preguntarnos ¿es porque actuamos de forma imprudente o estúpida? ¿Cuál es la diferencia? Creo que cuando uno actúa estúpidamente es porque aún sabiendo que algo no va a salir bien, hacemos las cosas nada más por hacerlas, sin pensar realmente las consecuencias de la misma. A diferencia de cuando se actúa de forma imprudente, en donde se dice o se hace algo no adecuado por ignorancia, regularmente no es que se quiera “meter la pata”, como se diría coloquialmente, sino que se actúa irracionalmente. La próxima que cometa algún error me preguntaré si actúe imprudente o estúpidamente.[1]








[1] La imagen fue tomada de http://kaotikaentelequia.wordpress.com/2012/11/06/cipolla-sobre-la-estupidez-humana-y-que-pasa-cuando-estos-llegan-al-poder/

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