Día 359
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
¿Cuántos de nosotros no soñamos con ser felices? ¿Pero en qué consiste
la felicidad? ¿No será que en ocasiones la confundimos con estar lleno de cosas
y/o regalos? Porque parece que en estos tiempos de consumismo, la felicidad es
sinónimo de propiedad; si seguimos esta ideología podríamos asegurar que quien
tiene una gran casa, carro o cosas de marca son más felices que los que no la
poseen. Pero ¿qué pasa cuando con el tiempo las cosas pierden su valor?
"[...] a veces nos preguntamos por qué la felicidad
tarda tanto en llegar, por qué no vino antes, pero si nos aparece de repente,
como en este caso, cuando ya no la esperábamos, entonces lo más probable es que
no sepamos qué hacer con ella, y la cuestión no es tanto elegir entre reír o
llorar, es la secreta angustia de pensar que tal vez no consigamos estar a su
altura. [...]" (p.323)
Así que si has sentir que la felicidad no te ha llegado,
aunque tengas mucho dinero y bienes materiales, a lo mejor es porque en
realidad no has experimentado la verdadera felicidad, que para alguno es un
estado mental, teoría que yo apoyo.
Si partimos que la felicidad es nacida de nuestro
interior, y no de algo que obtenemos por fuera, entonces esta se puede
presentar en cualquier momento deseado porque ¿cuántas cosas no nos hacen
sentir tranquilos, en paz y feliz con sólo pensarlo o imaginarlo? Imagínate
ahora en los momentos agradables con tu familia, novio, esposo, amigos y/o
hijos ¿no crees que esto es ser feliz? Así que si te llega la felicidad en el
momento menos pensado, abrázala.[1]
[1] La imagen fue tomada de http://www.cookingideas.es/palabras-copyright-20130208.html/el-camino-a-la-felicidad
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