Día 365+1
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
W. Dyer, Wayne: Diez secretos para el éxito y la paz interior. Barcelona, DeBolsillo, (sexta edición) 2005.
W. Dyer, Wayne: Diez secretos para el éxito y la paz interior. Barcelona, DeBolsillo, (sexta edición) 2005.
Seguramente te ha pasado, porque a todos nos pasa, que
vamos por la vida llenando a nuestras espaldas un costal de sentimientos
negativos como el odio, rencor, envidia,
etc. hacia los demás, llámense mamá, tío, novio, amigo, vecino.
"[...] Cada vez que se sienta invadido por el
resentimiento, estará cediendo el control de su vida emocional a la
manipulación por parte de otras personas." (p.109)
No debemos olvidar que nuestros sentimientos son nuestros
y de nadie más. Somos muy dados a echarle la culpa a todo y todos por aquello
que sentimos, siendo que somos los
únicos responsables de ellos y tendríamos que asumir eso. Pensemos en un
ejemplo: cuando décimos, mi novio me hizo enojar porque no me llamó. Bien podríamos
tomar otra actitud al respecto para no permitir que eso que sentimos se
convierta en rencor, y esto no es sinónimo de soportar a los demás, sino una
cuestión de salud mental.
No podemos permitirnos darnos el lujo de seguir haciendo
cada vez más grande dicha bolsa. Depende de nosotros no engancharnos a todo
aquello que nos haga caer en la trampa del odio y el rencor.[1]
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