Día 365+65
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Feranka, Paul: El Vidente. México, Planeta (Serie de Oro), 1992.
Feranka, Paul: El Vidente. México, Planeta (Serie de Oro), 1992.
Cuando sentimos que algo nos falta, algo así como un
hueco que no lo llena nada ni nadie y que puede sentirse por días, meses, años
o décadas, ¿qué hacer que dicho sentir? ¿Negarlo, afrontarlo? Cuando se es muy joven
tal vez este sentir no se haga consciente, porque nuestros pensamientos están
en otro lado, pero esto no indica que no se sienta, sólo que no se ve tal claramente
como cuando uno es ya adulto, aunque puede ser que pase todo lo contrario, que
el joven lo vea claramente y el adulto siga ciego.
“Durante mucho tiempo, Pablo estuvo vagando sin un rumbo
fijo, movido por una necesidad imperante de encontrar… no sabía qué, pero esa
misma angustia interior era el generador de su continua búsqueda que nada
parecía satisfacer.” (p.79)
¿Ir de aquí para allá, nos puede traer la solución de éste
dilema? Cuando digo que andar de aquí para allá no sólo me refiero a viajar,
sino a hacer una cosa, luego otra y al final una más. Es el acto mismo de
probar, experimentar y tal ves encontrar lo que creemos que nos hace falta. Sé que existen dinámicas de orientación
vocacional para ello, pero hasta el momento yo no he descubierto una eficaz. ¿Y
tú? [1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario