Día 365+82
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
¿Qué es realmente todo eso del matrimonio? ¿Es compartir
o sólo un contrato monetario? ¿Todas las parejas se casan por “amor”? Bien
sabemos que esto último es y suena demasiado romántico, pero la realidad es que
no siempre es así. Muchas parejas se casan por mero interés monetario. El
dinero, en mucho de los casos, es lo que pesa, y los sentimientos se dejan a un
lado.
“-Yo en su lugar
me casaría con el inglés.
-¿Por qué? – preguntó Polina.
- El francés es más guapo, pero como persona es peor; y
el inglés, además de ser honrado, es diez veces más rico –repliqué.
- Sí, pero el francés es marques y más inteligente –afirmó
con toda tranquilidad. (p.19)
Así que no es de extrañarnos que en un libro en donde lo
importante es el dinero, para apostar, se hable y piense en este tipo de
matrimonios; y tampoco olvidemos en todos los siglos que Europa se acordaban matrimonios
por conveniencia. Yo creo que hay muchas formas de vivir y sobrevivir, y que el
que una pareja decida casarse por este fin tiene sus ventajas también tiene
desventajas. Por ejemplo el que el marido sea golpeador o mujeriego o la mujer
lo mismo. Tal vez yo exagero y todo aquello de los pros y contras no es así.
¿Tú qué piensas? [1]
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