sábado, 20 de julio de 2013

No se quiere, no se toma

Día 365+129
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.



Cuando estamos solteros y andamos en busca de un prospecto, aunque también hay quienes aún estando casados lo hacen, salen muchas posibilidades que se encuentran en las fiestas, los antros, el super, etc. Y sólo es cuestión que nosotros nos decidamos a intentar salir, o ir más allá, con alguien para que suceda. Pero esto no es tan fácil como parece, porque al juntarse una serie de sentimientos, deseos o temores no siempre se da ese paso, o de plano hay ocasiones en donde en realidad no es lo que se busca en ese momento de la vida.


“[…] Al cabo de unas pocas visitas a los clubes preferidos de Ataúlfo, las chicas, que al principio me hacían sugerencias eróticas, dejaron juiciosamente de verme, y se limitar a mantener conmigo estas conversaciones que solían versar sobre los libros que yo llevaba bajo el brazo[…]" (p. 54)



Si deseamos una pareja y llegan las posibilidades, bien recibidas; pero si no es así, dichas oportunidades se van cerrando con sólo no dar pie a que continúen. El ejemplo de la cita es el más ilustrativo en este caso, porque después convivir con alguien y no dar señales de interés, más que como conocidos, llega el momento en que la insistencia para y se pasa a otros planos que no son sentimentales y mucho menos sexuales.[1]

















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