viernes, 23 de agosto de 2013

Dualidad

Día 365+163
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.






No podemos negar que a donde volteamos, encontramos una relación de oposición. Por ejemplo, cuando nos levantamos notamos que es de mañana  a diferencia de cuando nos dormimos que es de noche. Sabemos que los dos son en relación al tiempo, pero que son opuestos. También podemos pensar en lo alto y lo bajo; vamos caminando por la calle y vemos a dos personas: una alta y otra baja, sabemos que son opuestos.



“[…] En las sociedad más primitivas, en las mitologías más antiguas, siempre se encuentra un dualismo que es el de lo Mismo y lo Otro.[…]" (p. 19)




Pero esta relación de dualidad no es el rechazo de los contrarios, sino una necesidad para su existencia. Regresando al segundo ejemplo, que puse arriba, sabemos que algo es alto porque existe lo bajo, y viceversa; así que gracias a que existe lo alto puede existir lo bajo. De esta manera, la dualidad no es descalificación, sino una relación de necesarios. [1]






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