sábado, 3 de agosto de 2013

Jóvenes del siglo XXI embarazados

Día 365+143
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Muñoz Molina, Antonio: El dueño del Secreto. España,
Espasa Calpe, 1999.




Pensaríamos que aquello de que los novios que tenían relaciones sexo genitales antes del matrimonio y se embarazaban era cosa del pasado. Actualmente ya la información en relación con el sexo y los métodos anticonceptivos es tan amplia que es de “suponerse” que los jóvenes, y no tan jóvenes, ya saben cómo prevenir un embarazo, pero la realidad es muy diferente. Recuerdo que no más de hace un año escuché en algún lugar, que la taza de maternidad en los jóvenes, creció. ¿Por qué será que ahora que más sabemos pasa esto?


“Justo un año antes, en noviembre de 1976, mi novia descubrió que estaba embarazada. Ahora eso puede parecer una tontería, pero entonces, y en mi pueblo, y en la familia de ella, aquel embarazo constituyó una tragedia, algo bufa, miradas a distancia, con aspavientos de teatro, pero una tragedia. Nos casamos rápidamente […]" (p. 139)



Creo que la información nos sirve si el que la recibe tiene la mente, los valores y el poder de decisión en el momento en que tiene que ejecutarlo. Yo diría que no basta con tener conocimiento sino que faltan los valores, implantado como semillas en lo más hondo de nuestro ser. Por ejemplo, pensemos en una chica que está con su novio y se da cuenta que no le agrada la forma en que la está tocando, hay algo dentro de ella que le dice que no es como ella lo desea, pero por temor, falta de valor o inseguridad no para el momento. ¿Qué pasa? Yo sigo convencida que la educación de los sentimientos es fundamental porque en el momento en que sabemos distinguir entre lo que nos gusta y lo que no, podemos forjarnos y hacer valer los valores que aprendemos, y así podremos tomar decisiones más certeras, en el caso del sexo saber con quién, cómo, cuándo y dónde.[1]







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