jueves, 3 de octubre de 2013

Si mi marido me da… ¿permiso?

Día 365+204
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.







¿Has escuchado alguna vez, de una o varias mujeres, que dicen: “no sé si mi marido me deje”? Esta frase dice mucho más de lo que nos imaginamos sobre nuestra sociedad. Tratemos de entenderla, analizarla, con más detenimiento. Cuando una mujer dice que “le de permiso su marido”  en primera expresa que ella no es dueña de su tiempo, su espacio, ni su persona y esto nos lleva, en segunda, que si esto es así entonces es que tiene un dueño. Pero ¿acaso las mujeres somos objetos que se pueden poseer, comprar o vender?



“[…] La dualidad que se descubre bajo una forma u otra en el corazón de las colectividades opone un grupo de hombres a otro grupo de hombres: pero las mujeres forman parte de los bienes que éstos poseen y que ellos constituyen un instrumento de cambio.[…]” (p. 71)



Para entender mejor, la anterior cita, debemos recordar que el mundo nos muestra los contrarios: blanco y negro, luz y obscuridad, alto y bajo, gordo y flaco, etc. Y esto no excluye a los seres humanos, pero ¿las mujeres y los hombres son los contrarios? No lo creo como tal, pero sí que hacen una fuerza de resistencia, entre ellos (que bien pueden ser mujeres y mujeres, hombre y hombres también). La cuestión difícil de entender es si esto lleva, de manera lógica, a pensar que unos somos los superiores y otros los inferiores.  Como lo queramos ver, el problema es que la mujeres, por muchos años y en muchos lugares aún, no entran en esta “batalla” sino que es considerada como un objeto.



Así que, ¿qué tendríamos que hacer para pasar de ser consideradas objetos a sujetos? Tal vez nosotras mucho desde nuestras familiar y parejas, tal vez nada porque no podemos tener control de todo aquello que es ajeno a nosotras. Tú ¿qué opinas?[1]












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