sábado, 21 de diciembre de 2013

Deseo ser hombre, deseo ser mujer

Día 365+284
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.





En un sistema machista los roles de femenino y masculino están muy bien delimitados: los hombres mandan, las mujeres acatan. El poder, el orden y los privilegios son para ellos, y ella no tiene más que lo que ello les desea dar. Las mujeres son una propiedad más de ellos, y como tal todo lo que el soberano diga se tiene que cumplir. Así que las niñas viven una infancia en donde el soberano padre tiene que ser atendido y obedecido; cuando crecen y se casan tiene que mirar a la figura masculino del esposo como la del padre, con la misma obediencia y respeto, siempre a la sombra de él. Años más tardes al ser madre, como debe de ser, si nacen hijas deben ser enseñadas en la misma línea de obediencia que es lo digno de su rol. ¿Tú crees que las hijas crecen amando y deseando ser adultas? Además a los hijos también se les educa según su rol ¿acaso los hijos desearían haber nacido mujeres?



“[…] todos los chicos –como Platón en otro tiempo- declaran que les hubiera horrorizado  ser niñas, y casi todas las niñas se muestran desoladas por no ser chicos.[…] ” (p.235)



Claro que en un sistema en donde las mujeres son sometidas y objetivadas, en un papel de sumisión, no habrá quien desee, por voluntad propia, pertenecer a ese género, ¿acaso tu decidirías con uso de razón, ser mujer en estas condiciones? Por supuesto que no.


Pero no pensemos sólo en la época en que el machismo era aún más imperante que hoy, sino en nuestra ahora donde seguramente hay chicas que desearán con todo su corazón ser hombres  porque sus familias no las ven como iguales a ellos, o que la sociedad misma aún marca una gran diferencia entre ser hombre o mujer. Y tú ¿alguna vez has deseado ser hombre siendo mujer o ser mujer siendo hombre?[1]




























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