Día 365+308
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
La
edad de la rebeldía dicen que es cuando tenemos entre los quince y veinte años,
y no creo que sea una mentira, sino una gran verdad que todos vivimos, si es
que ya pasamos esa etapa, o que la vemos con los que actualmente están pasando
por ella. Es una edad que no sólo biológicamente es complicada, por todos los
cambios que el cuerpo sufre –tanto en hombres como en mujeres- sino también en
el plano social, ya que al ya no ser niño ni tampoco adultos sino precisamente
en la transición de uno al otro no encuentra un lugar en ella, además que en el
plano personal también es momento en que se toman decisiones importantes y se
define la personalidad.
“[…] Pero, como
la risa, el uso de un lenguaje obsceno no es solamente una oposición: es
también un desafío a los adultos, una suerte de sacrilegio, una conducta
deliberadamente perversa. Al rechazar a la Naturaleza y la sociedad, la joven
las provoca y desafía mediante una multitud de singularidades. […]” (p.294)
Como bien dice la cita anterior, el joven, no solo la
joven, tiene una serie de actitudes que responden más a la rebeldía contra los
padres y la sociedad que a un acto de conciencia y autodominio. He conocido
padres que al tener hijo en esta edad no saben cómo tratarlos, y en algunas
ocasiones caen en actitudes igual o más infantiles y rebeldes que los propios
hijos: se gritan con majaderías, se reprochan lo no dado, compiten como
enemigos, etc. Todos lo que hemos vivido esta etapa de nuestra vida sabemos que
esto es verdad, y aunque algunos menos y otros más todos llegamos a tener
actitudes de rebeldía. [1]
[1] http://elsignificadodeseradolescente.wikispaces.com/los+adolescentes+ante+los+problemas+de+la+vida+cotidiana
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