sábado, 17 de marzo de 2012

Las mujeres de la cal y cuatro capítulos más.


Día 4
Lectura: Herta Müller: Todo lo que tengo lo llevo conmigo. Madrid, Santillana Ediciones Generales (Punto de Lectura), 2011. 

¿Existen mujeres que sean albañiles? ¿Existe el término albañilas? Le pregunté a una compañera qué creía: “Creo que alguna una vez en la tv vi que entrevistaron a una, que por necesidad lo era. Ahora sí, pero antes no creo.”  Si las mujeres, en un campo de trabajo, no eran albañiles, ¿qué hacían? Transportaban la cal. Arrastraban enormes carros, como viles animales; eran tratadas como animales: “Trudi Pelikan empezó a tambalearse. Cuando cayó, el carro le pasó por encima de los dedos de los pies.”(p. 42) Pero, ¿por qué no podemos ser albañiles? O ¿no debemos serlo? Siendo reclutada de forma obligatoria, no tienes opción, haces lo que se te dice; si no se obedece a la persona que da las órdenes, el dominador, los azotes, castigos y/o la muerte es casi inevitable. Pero ¿qué pasa en una sociedad en donde la esclavitud no es permitida? Donde vivimos de manera “libre” de elección. ¿Por qué elegimos ciertos roles y no otros? ¿Será que también recibimos castigos, azotes o la muerte de un verdugo que bien podemos llamar mamá, papá, esposo, esposa, amigos, jefe, comunidad?:
“Porque estábamos muertos de hambre y enfermos de nostalgia, porque nos habíamos apartado del tiempo y de nosotros mismos y habíamos acabado con el mundo. Mejor dicho, el mundo con nosotros.”(p. 46)
Ese mundo que llamamos sociedad. Por eso los niños son tan felices, tan ingenuos porque aún no sienten, ni entienden el yugo de esta. Todo lo ven como algo padre, divertido, como un juego. Jugamos lo que vemos, soñamos con serlo porque queremos ser lo que oímos. Es algo mágico porque en realidad no sabemos lo que implica ser x o y:
“… Señor profesor, cuéntenos cómo es el frente. El profesor se mordió los labios y contestó: No es como vosotros creéis. Y en su rostro de dibujó tal expresión de terror, y las manos le temblaban tanto que nos resultaba desconocido….” (p. 56)
Porque la vida es elección, ¿elección libre? No lo sé. Pero es un gran viaje en donde somos lo que nos dicen, lo que elegimos o lo que podemos. ¿Nosotros de qué grupo somos?.


2 comentarios:

  1. En mi forma de pensar elegimos ciertos roles porque ya nacemos con ellos nuestro futuro ya está escrito y solo nos toca elegir muy poco y eso por las circunstancias exteriores, teniendo como resultado que nosotros los humanos no somos tan racionales como decimos debido que nunca vamos a tener todos los escenarios posibles para elegir la mejor opción y al fin de cuentas como tú dices solo somos lo que nos dicen...

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  2. Siento que aprendemos el rol que jugamos en primera instancia, pero si hacemos uno de nuestra inteligencia, y es posible por las circuntancias, podemos cambiar, modificar, adecuar estos roles.

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