jueves, 22 de marzo de 2012

Quién ha cambiado el país y otros capítulos más.


Día 9
Quiero dedicar este escrito a nuestra amiga Leo. Hoy partiste al mundo de los verdaderos sueños. No has muerto porque vives en mis recuerdos, en los de mi mamá y mi hermana, y todos los que te aman. Fuiste parte de mi infancia. Te vimos ser joven, madre y adulta. Descansa en paz amiga.

Lectura: Herta Müller: Todo lo que tengo lo llevo conmigo. Madrid, Santillana Ediciones Generales (Punto de Lectura), 2011. Segundo

El arte de la interpretación de los sueños, es una de la actividades mas enigmáticas que podemos tener. A todos nos ha pasado que soñamos que se nos caen los dientes, que nos matan, que volamos, nos casamos, un nacimiento, etc. Las formas de interpretación pueden ser múltiples, pero no cabe duda que siempre deseamos saber qué es aquello de que nos quiere decir. Nuestro personaje sueña recurrentemente que “[…] cabalgaba de nuevo hacia mi casa a lomos de un cerdo blanco atravesando las nubes[…]”(p. 170) y la forma en que se interpreta dicho sueño es poco usual entre nosotros:

“[…]Albert Gion me envió al otro barracón de los hombres a ver a Cítara – Lommer, que sabía interpretar los sueños. Tras agitar trece gruesas alubias blancas en mi gorra de guata, las volcó sobre la tapa de la maleta y estudió las trece distancias que mediaban entre ellas. Después observó los agujeros de los gorgojos, las abolladuras y arañazos de cada una de las alubias. Entre la tercera y la novena había una calle, y la siete era mi madre, me comunicó. Y las dos, cuatro, seis y ocho eran ruedas, pero pequeñas. El vehículo era un cochecito de niño. Un cochecito blanco de niño.[…]”(pp. 170-171)

Poco tiempo después recibe, después de 7 meses de viaje desde su casa hasta el campo de trabajo, una postal con la foto de un bebé, con la fecha de nacimiento. ¿Verdad o casualidad? Creemos lo que podemos; necesitamos respuestas, las tenemos y nos aferramos a ello. Tenemos que creer en algo que nos dé un poco de lo que no creemos y queremos saber. 

¿Será verdad? Todo es posible en el ámbito de la fe. Si en verdad fuera 100% seguros este arte de la interpretación de los sueños, todos tendríamos que tener un diccionario de cabecera para poder evitar o corregir ciertas cosas en nuestras decisiones, las relaciones con los demás, nuestra salud, etc. Algo así como una guía para ir más o menos en nuestra vida y no caer en la infelicidad, la enfermedad o la muerte. Para nuestra desgracia esto no deja de ser sólo hipotético. Para la desgracia de este pobre trabajador esclavizado, esto no significa mucho, porque para sobrevivir  se  necesita pan y no sueños.  

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