Día 11
Lectura: Herta
Müller: Todo lo que tengo lo llevo conmigo. Madrid, Santillana Ediciones
Generales (Punto de Lectura), 2011.
Yo
quisiera tener suerte, suerte en todo. Y sin darme cuenta la tengo. La tenemos.
Al leer este libro me di cuenta que tengo más suerte de la que nunca pensé.
Tengo libertad, comida, compañía, etc. Tengo todo lo necesario para vivir bien,
sobrevivir y divertirme.
“La
suerte es algo súbito” (p. 221)
Tal
vez por ser tan de repente no nos damos cuenta cuando o cuanto la tenemos. Sí
no amamos, nos sentimos con poca suerte en el amor o si somos pobres, en el
dinero. O será que no decimos que la tenemos porque podríamos ser tachados como
presumidos. Me imagino que si alguien platica hoy, llorando, que le va muy mal
en sus relaciones amorosas, no le creeríamos, un mes después, si nos dijera que
acaba de encontrar al amor de su vida comprando plátanos en el mercado. Sería tener
mucha suerte ¿verdad? O ¿Será que miente?
Pero,
de verdad ¿no tenemos suerte? A lo mejor es tan de pronto que cuando lo tenemos,
si es que lo vemos, no logramos notar en qué momento llegó. ¿Es algo que llega,
que tenemos de siempre o lo buscamos?
“[…]
Para tener suerte hace falta un objetivo. […]” (p.222)
Vivir
significa estar. Estar en el tiempo, en un espacio. Y en el espacio se hace
algo, lo que sea, pero algo. Todo lo que hacemos lleva a una fin, una
consecuencia, o debería tenerla. Por lo menos sabemos que si comemos es con el
fin de mantener saludable nuestro cuerpo, y no morir. Entonces, si son tan
claros los fines de nuestras necesidades básicas ¿por qué no lo es así en todo?
Si estudiamos con el fin de aprender sobre lo que nos rodea, por qué no es algo
que les sea tan claro para todos. No todos los fines son claros. Tener
objetivos tampoco lo es. ¿Para qué ser libres? ¿Con qué fin amamos? ¿Será que
necesitamos tener mayor experiencia en la vida para poder conocer lo fines de
las acciones? Si tenemos el fin de lo que buscamos, o simplemente el entender
por qué tenemos objetivos ¿tendremos suerte? ¿La suerte es entonces tener un
objetivo? ¿Es llevar a cabo una acción determinada para llegar a ciertos fines?
Si es así, entonces no compremos un boleto de lotería, sino pongamos a trabajar
nuestras mentes para saber qué hacer para llegar al fin que queremos.
Porque
si algo me queda bien claro es que Leonard, el personaje de nuestra historia,
tiene claro, que para sobrevivir es necesario comer; porque el comer lo llevó a
sobrevivir en el campo de concentración donde estaba.
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