sábado, 24 de marzo de 2012

Sobre la suerte del campo.



Día 11

Lectura: Herta Müller: Todo lo que tengo lo llevo conmigo. Madrid, Santillana Ediciones Generales (Punto de Lectura), 2011.


Yo quisiera tener suerte, suerte en todo. Y sin darme cuenta la tengo. La tenemos. Al leer este libro me di cuenta que tengo más suerte de la que nunca pensé. Tengo libertad, comida, compañía, etc. Tengo todo lo necesario para vivir bien, sobrevivir  y divertirme.
“La suerte es algo súbito” (p. 221)

Tal vez por ser tan de repente no nos damos cuenta cuando o cuanto la tenemos. Sí no amamos, nos sentimos con poca suerte en el amor o si somos pobres, en el dinero. O será que no decimos que la tenemos porque podríamos ser tachados como presumidos. Me imagino que si alguien platica hoy, llorando, que le va muy mal en sus relaciones amorosas, no le creeríamos, un mes después, si nos dijera que acaba de encontrar al amor de su vida comprando plátanos en el mercado. Sería tener mucha suerte ¿verdad? O ¿Será que miente?
Pero, de verdad ¿no tenemos suerte? A lo mejor es tan de pronto que cuando lo tenemos, si es que lo vemos, no logramos notar en qué momento llegó. ¿Es algo que llega, que tenemos de siempre o lo buscamos?

“[…] Para tener suerte hace falta un objetivo. […]” (p.222)

Vivir significa estar. Estar en el tiempo, en un espacio. Y en el espacio se hace algo, lo que sea, pero algo. Todo lo que hacemos lleva a una fin, una consecuencia, o debería tenerla. Por lo menos sabemos que si comemos es con el fin de mantener saludable nuestro cuerpo, y no morir. Entonces, si son tan claros los fines de nuestras necesidades básicas ¿por qué no lo es así en todo? Si estudiamos con el fin de aprender sobre lo que nos rodea, por qué no es algo que les sea tan claro para todos. No todos los fines son claros. Tener objetivos tampoco lo es. ¿Para qué ser libres? ¿Con qué fin amamos? ¿Será que necesitamos tener mayor experiencia en la vida para poder conocer lo fines de las acciones? Si tenemos el fin de lo que buscamos, o simplemente el entender por qué tenemos objetivos ¿tendremos suerte? ¿La suerte es entonces tener un objetivo? ¿Es llevar a cabo una acción determinada para llegar a ciertos fines? Si es así, entonces no compremos un boleto de lotería, sino pongamos a trabajar nuestras mentes para saber qué hacer para llegar al fin que queremos. 

Porque si algo me queda bien claro es que Leonard, el personaje de nuestra historia, tiene claro, que para sobrevivir es necesario comer; porque el comer lo llevó a sobrevivir en el campo de concentración donde estaba.

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