Día 36
Lectura: Murakami, Haruki: Tokio Blues (Norwegian
Wood). (Trad. Lourdes Porta)
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.
Yo sí quiero llegar a ser
viejita. Sé que para mucho puede llegar a ser algo difícil de ver, y mucho más
pensar ¿quién cuidará de uno? He escuchado muchas opiniones al respecto y aún
no sé qué me gustaría que fuera de mí en mi vejez. Lo que sí puedo decir, por ahora,
es cómo se vive con alguien viejito o enfermo. Por suerte, en la actualidad,
nadie está enfermo en mi familia, pero en el pasado ha pasado. Recuerdo cuando
mis abuelos estaban vivos, en especial cuando ellos ya no podían valerse por
sus propios medios. Pude ver de todo. Pero no olvidaré la forma en que mi mamá
estuvo con ellos hasta el final, es algo de admirarse.
El cuidado de nuestros
ancianos y enfermos no difiere mucho a la de los niños. Los que han estado en
una o varias situaciones así lo entienden mejor que yo. Es un trabajo de tiempo
completo que no tiene sueldo, pero lo debería de tener si hay más familia que
bien podrían compartir tan difícil responsabilidad. Pero como en toda
situación, no faltan los incómodos, aquellos que no ayudan pero como molestan, como
lo pude leer:
“-Cuando vienen e visita mus familiares y
comemos aquí, todos dejan la mitad del palto. Como tú. Y cuando ven que yo lo
como todo, ¿sabes qué me dicen? <<Oh, Midori. ¡Qué suertes tienes de
estar tan bien! Yo me siento tan conmovida que no puedo comer>>. ¡Pero
quien cuida al enfermo soy yo! No es broma. Los demás se limitan a venir de vez
en cuando a compadecerse. Y yo soy quien le quita la mierda, le saca las flemas
y le enjuga el cuerpo. Si la compasión bastara para limpiar la mierda, yo me
compadecería cincuenta veces más que cualquiera de ellos. […] ¿Por qué no
entienden todavía de qué va el mundo? Hablar es muy fácil. Lo importante es
limpiar la mierda o no hacerlo. Yo también me siento herida en ocasiones. Y
también me quedo son fuerzas.[…]” (p.249)
¿Les suena la escena? Ante
esto no hay más que no callar. Sé que hay personas que piensan que no debe
llevar a cabos ciertas labores con los ancianos, enfermos o niños, como si
fueran denigrantes. El cuidado y la atención van en relación al cariño y grado
de compromiso que se tenga. Yo espero que cuando llegue el momento en que tenga
que llevar a cabo una labor como tal, me comporte a la altura de mi mamá y como
he sabido también, de mi suegro: Con gran valor. ¿No crees?
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