miércoles, 18 de abril de 2012

¿Cuidas o cuidaste a un anciano, enfermo o niño?


Día 36

Lectura: Murakami, Haruki: Tokio Blues (Norwegian Wood). (Trad. Lourdes Porta) 
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.

Yo sí quiero llegar a ser viejita. Sé que para mucho puede llegar a ser algo difícil de ver, y mucho más pensar ¿quién cuidará de uno? He escuchado muchas opiniones al respecto y aún no sé qué me gustaría que fuera de mí en mi vejez. Lo que sí puedo decir, por ahora, es cómo se vive con alguien viejito o enfermo. Por suerte, en la actualidad, nadie está enfermo en mi familia, pero en el pasado ha pasado. Recuerdo cuando mis abuelos estaban vivos, en especial cuando ellos ya no podían valerse por sus propios medios. Pude ver de todo. Pero no olvidaré la forma en que mi mamá estuvo con ellos hasta el final, es algo de admirarse. 


El cuidado de nuestros ancianos y enfermos no difiere mucho a la de los niños. Los que han estado en una o varias situaciones así lo entienden mejor que yo. Es un trabajo de tiempo completo que no tiene sueldo, pero lo debería de tener si hay más familia que bien podrían compartir tan difícil responsabilidad. Pero como en toda situación, no faltan los incómodos, aquellos que no ayudan pero como molestan, como lo pude leer:

 “-Cuando vienen e visita mus familiares y comemos aquí, todos dejan la mitad del palto. Como tú. Y cuando ven que yo lo como todo, ¿sabes qué me dicen? <<Oh, Midori. ¡Qué suertes tienes de estar tan bien! Yo me siento tan conmovida que no puedo comer>>. ¡Pero quien cuida al enfermo soy yo! No es broma. Los demás se limitan a venir de vez en cuando a compadecerse. Y yo soy quien le quita la mierda, le saca las flemas y le enjuga el cuerpo. Si la compasión bastara para limpiar la mierda, yo me compadecería cincuenta veces más que cualquiera de ellos. […] ¿Por qué no entienden todavía de qué va el mundo? Hablar es muy fácil. Lo importante es limpiar la mierda o no hacerlo. Yo también me siento herida en ocasiones. Y también me quedo son fuerzas.[…]” (p.249)

¿Les suena la escena? Ante esto no hay más que no callar. Sé que hay personas que piensan que no debe llevar a cabos ciertas labores con los ancianos, enfermos o niños, como si fueran denigrantes. El cuidado y la atención van en relación al cariño y grado de compromiso que se tenga. Yo espero que cuando llegue el momento en que tenga que llevar a cabo una labor como tal, me comporte a la altura de mi mamá y como he sabido también, de mi suegro: Con gran valor. ¿No crees?

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