domingo, 22 de abril de 2012

Éste es el final de Tokio Blues


Día 40

Lectura: Murakami, Haruki: Tokio Blues (Norwegian Wood). (Trad. Lourdes Porta) 
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.


 “-Háblame de ti –me pidió Midori.
 -¿De qué quieres que te hable?
 -No lo sé… Dime cosas que detestes.
 -Detesto el pollo, las enfermedades venéreas y los barberos que hablan demasiado.”(p.346)


Cuando leí esta nota, que será la última que haré de este libro, pensé: si a mí me preguntaran esto ¿qué diría? ¿qué dirías tú?

Yo odio las mentiras, como ya lo había escrito anteriormente. No me gusta la gente mal encarada, las groserías, la moronga, los cueros y pellejos del pollo –ni las venas-, ni me gusta traer lo zapatos apretados y detesto a las personas poco amables en el trasporte público.

Quiero terminar así este libro, pongo un video de Bach porque lo mencionan varias veces, porque me di cuenta que es una historia que aunque en muchos momentos cae repetidamente en lo trágico, al final siempre lo importante es el ahora. Me hace sentir que pase lo que pase la vida tiene que fluir, como lo escribía ayer. El pasado ya no está y por más que lo suframos no cambiará, el presente es el que cuenta, es desde el cual nos tenemos que esforzar para caminar, para vivir, para ser felices, y del futuro, ni hablar. Les escribo mañana con un nuevo libro. No se lo pierdan.

2 comentarios:

  1. Yo detesto que a la gente le falte el sentido común, ya se...! es el menos común de los sentidos. Que arrojen basura, que pinten los muros de propiedades ajenas, que pretendan que una persona cambie a todo el pais, que maltraten a los que no puedan defenderse, que esperen que los demas hagan lo que todos podemos colaborar para mejorar (nuestras relaciones, nuestro entorno, nuestra comunidad, etc), que mi telefono suene para venderme algún servicio, producto o para recibir información de partidos politicos. Detesto no saber hablar en varios idiomas. Detesto las barreras, que haya fronteras, que pidan visa para entrar a algunos paises. Bueno mi querida Ruth, creo que mejor le paro. Gracias por permitirme compartir esta refleccion que dicho sea de paso no había reparado en que verdaderamente detesto varias cosas, que pena!! Creí que era tolerante hehehe

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    1. Hola Bertha¡¡¡¡

      No te preocupes, recuerda que de esto se trata este blogg, de compartir lo que surge a partir de mis lecturas. El decir lo que no nos gusta, no nos hace intolerantes. No crees? Saludosss hhaaa y añado que a mi tampoco me gusta aquellos que tiran basura¡¡¡

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