lunes, 9 de abril de 2012

Ruido


Día 27

Lectura: Murakami, Haruki: Tokio Blues (Norwegian Wood). (Trad. Lourdes Porta) 
México, Tusquets Editores (3a edición), 2011.

En las ciudades, como en la nuestra, el ruido es ya considerado como contaminación. Es tanto el escándalo que escuchamos en todas partes, que cuando estamos en silencio nos podemos llegar a sentir extraños. Me platicaban una conocidas que ellas al llegar a su casa prenden, automáticamente, la televisión porque así se sienten acompañadas. Yo no tengo este hábito de la televisión, pero sí prendo el radio o estoy en silencio. Ellas se sorprendieron al no poderse imaginar sin estar con ruido. No sé si sea que yo puedo estar en silencio por haber crecido en una pueblo, en donde la televisión no llegaba y el radio muy rara vez. Años después tuvimos una parabólica –estas grandes antenas tipo plato- y era aburrida; o ya entrada la tarde la luz se bajaba y no alcanzaba a prender la televisión. Así que no me cuesta estar en silencio. De hecho el estar mucho tiempo entre el bullicio de la calle, me “engenta” como se dice.

Pero es curioso que en mi familia las mujeres, que somos más, hablamos muy fuerte. Cuando hemos llegado a estar juntas, platicando, todas al mismo tiempo, parece una romería. Las personas que son visitantes en ese momento, llegan a sentirse como yo en la calle, aturdid@s.

“-Éste es un lugar tan tranquilo que todo el mundo, espontáneamente, se acostumbra a hablar bajito –dijo Naoko apilando las espinas del pescado en un montoncito en el bode del plato. Luego se secó las comisuras de los labios con un pañuelo. Además, no hace falta alzar la voz. No es necesario convencer a nadie de nada ni llamar la atención.”(p. 148)

¿Será que hablar muy alto sí es para llamar la atención? ¿Será que denota un temperamento arrebatado y poco analítico? Pienso que sí. Así que las mujeres de mi familia somos así. Y esto no es una ofensa pero en muchos casos si podemos causar aturdimiento. Yo por eso, desde hace algunos años, he decido tratar de hablar menos fuerte. ¿Tú cómo hablas?¿Crees que es fastidioso estar al lado de quién habla fuerte?


3 comentarios:

  1. Por mi profesión debería tener la aptitud de una voz fuerte. La voz se puede modular, pero que me dices del estruendoso ruido que emiten los claxons de los micros? A mi casi me dejan en shock cuando suenan sus bocinas, o los modernos y utilisimos Metrobuses cuando anuncian su llegada o su retiro de cada estación, no solo al tocar tres o cuatro veces la bocina. Habra alguien que pueda eliminar ese horrendo pitido que suena al cerrar las puertas? Si definitivamente el exceso de ruido me es muy fastidioso.

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    1. Es verdad Bertha. Deberían multar o hacer algo con el exceso de ruido en la ciudad. Porque además del molesto claxons, uno tiene que chutarse la música -charangas, reggeton, etc.- a todo lo que da. Todo eso atrofia al cerebro, ¿o no? Imaginate después de más de ocho horas en una oficina y luego sal a fumarte toda esa contaminación, está para volverse loco.

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  2. pues para mi que no solo las mujeres...por que n particular yo hablo muy fuerte pero es de manera inconsciente, aparte creo que tiene muchos beneficios jajaja..lo que si que soy afortunado a vivir en provincia y estar alejado de ese monstruoso escándalo que vuelve loco a muchos....pero que tal cuando vamos manejando a y si no nos moleta ir tocando el claxon al que se nos atraviesa.....en este caso como en muchos otros somos parte del problema pero no hacemos nada por ser parte de la solución..

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