domingo, 6 de mayo de 2012

Sentimiento de orfandad


Día 54

Lectura: Flores Olea, Víctor: Tres historias de mujer. México, FCE, 1998.

¿Qué nos da la familia? ¿Cómo nos sentimos sin una? Todos aquellos que la tenemos sentimos pertenencia a la misma. Ya sea o porque nos parecemos físicamente o moralmente a alguno de los miembros. A muchos nos gusta tener una familia, pero no falta quien no le agrade en lo más mínimo las acciones y actitudes de esta, y renuncien a ella.

La familia nos da identidad, valores, recuerdos, enseñanzas, etc. Imagina a alguien que no la tiene o creyó tenerla y de pronto se da cuenta, por ciertas circunstancias, que no es así, ¿cómo se sentirá?:

“ […] Las raíces se le habían trozado, el piso de le hundía, el techo se precipitaba y el mundo giraba aceleradamente y sin orden, arrastrando a un abismo sin fondo a la pequeña Lorenza. […] Dentro de su confusión, la niña lo veía claramente: no se trataba de un miedo al abandono o al desamparo, sino de un terror que surgía de la orfandad, del desconocimiento de la raíz, del extravío del origen, de la pérdida de la memoria y la identidad. […]” (pp.118-119)

Nacer, crecer, morir. Deseado, no deseado, abandonado. Amar, querer, odiar. Nacer en una lugar deseado no es lo mismo que nacer en uno no deseado o nacer y ser abandonado. Crecer en un lugar deseado te da amor y cariño, a comparación de crecer en donde no es deseado y sentir odio.

Podemos hacer muchas conjeturas y combinación al respecto; si tratamos de recordar nuestra infancia podremos entender unas sí y otras no. Pero me imagino que sentir y saberse adoptado mueve el piso realmente. Como lo leímos, no es miedo al abandono, sino ese sentimiento de extravío. El sentirse no amado, no deseado, abandonado, despreciado, no ha ser nada agradable, y menos si es uno abandonado. Pero no necesitamos serlos para entenderlo. Si cuando uno sufre la ruptura familiar es doloroso, ahora pensar que se desplome en sustento, la raíz, debe ser terrible. Aún así, siento que al saberse adoptado, a la larga, debe de pesar más la crianza. Porque no sólo son adoptados los de madre y padre, sino también de madre o sólo de padre, o sea de hijos divorciados. ¿No crees?

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