jueves, 7 de junio de 2012

Las guerras no sólo dividen a las naciones


Día 86                              
Lectura: Fuentes, Carlos: Las buenas conciencias. México,
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.

Como comentaba ayer, mi conocimiento de la Historia de México no es extenso ni claro. Qué pena decirlo, pero es una realidad. Así que me di a la tarea de buscar sucesos importantes desde el movimiento independentista hasta el año 2000. El grito del independencia, por el cura Miguel Hidalgo, es en 1810 y a partir de ahí se da una serie de sucesos que van a ir marcando nuestra historia como nueva nación independiente. Es sorprendente que este hecho tenga escasos 202 años y que no tenga claro ciertos pasajes claves, como los planes que se dieron (desde el de Iguala hasta el de San Luis, por mencionar algunos), las diversas reformas a nuestra constitución, las guerras (contra Francia y Estados Unidos), etc. Pero gracias a esta lectura, y este blog, mi atención e interés están en esto. 

Es muy interesante leer como la familia Ceballos -de Guanajuato-  personajes principales de esta novela,  van desarrollando su pasado, presente y futuro a la par de la historia que se va despertando en el México independiente hasta llegar al Porfiriato (que a donde voy ahora).

 “La Guerra de Intervención dividió a los tres hermanos. Pánfilo y José prefirieron seguir obsequiando, bajo la administración imperial, los gusto de las familias locales, […] Sólo Francisco decidió unirse a la lucha liberal: militó en las filas del general Mariano Escobedo y, al cabo, fue capturado y mandado fusilar por el temible Dupin en un llano de Jalisco.”(p.22)

Los hechos históricos dividen a las familias, y eso lo debemos tener nosotros más que frescos, pues en esta temporada electoral, en donde las ideologías hacen que las familias y amistades se disgusten o aparte, por las preferencias ideológicas, están a flor de piel. 


Y no sólo es por esto que merece la pena mencionarlo, sino porque muchos de nosotros tenemos raíces en los estados de Guanajuato, Zacatecas, Morelos, Michoacán, Querétaro, Puebla… ya que nuestros abuelos, bisabuelos y/o tatarabuelos tuvieron que apoyar, huir y vivir estos sucesos. Si tu eres, uno de los míos, que nos gusta escuchar las historias un nuestra pasado familiar, notaras el gusto con que cuento y leo esta novela, porque me siento identificada. ¿Y tú?



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