Día 88
Lectura:
Fuentes, Carlos: Las buenas conciencias.
México,
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.
Planeta DeAngostini (Colección Carlos Fuentes), 2002.
La
toma de decisiones, en hombres y mujeres,
depende de varias circunstancias: económicas, sociales, políticas,
morales, etc. No se tomaban las misma decisiones, ante un mismo suceso; en
especial las mujeres al quedar viudas. No creo que esta misma escena se
resuelva de la mimas forma en una mujer del siglo XIX o XX a la del siglo XXI.
Tampoco creo que sea totalmente diferente, pero mucho tiene que ver el carácter
de cada persona.
“[…] Sólo al ingenio propio podía acudir para
resolver los problemas administrativos que la muerte de Pepe planteaba […]
Fueron varias sus decisiones: vender las minas al buen precio que le ofrecieron
los socios ingleses de Pepe, confiar las tierras a un administrador, casar a la
niña a los quince años y preparar a Rodolfo para que, oportunamente, tomase el
puesto del padre al frente de la hacienda. […]” (p.3|)
En
este caso Guillermina, esposa de Pepe en esta lectura, como pudimos ver, decide
tomar ella sola, sin consulta de nada ni nadie, las riendas de su vida y del
destino de sus hijos. No pude dejar de pensar en lo injusto que es y era que
los padres decidan qué serán de sus hijos. Y podría parecer que ésto sólo
pasaba en los años de la canica, pero no es así.
Muchos
padres a horillas también actualmente a
sus hijos, por ejemplo, para que se casen
si la novia está embarazada. Para mi es inaudito, yo creía que esto sólo se
daba hasta hace algunos años, pero no es así. Me imaginó que han de pensar los
padres que si no se casan, bajo estas situaciones, no se volverán responsables.
Por desgracia no creo que esté tomado de la mano, el casarse con educar y ser
responsable de un hijo.
Así
que tendríamos que preguntarnos: ¿nuestras decisiones son “diferentes” a las
que tomaron nuestros abuelos o bisabuelos? Porque parece que en muchos casos no
es así, aunque en otros sí.
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