domingo, 29 de julio de 2012

Clonados y adiestrados


Día 138
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Huxley, Aldous: Un mundo feliz. Madrid, El mundo (Millenium), 1999.


Pensar en que alguien, o varios, en algún momento podrían tener un plan tan malévolo que pensaran el homogeneizar a todos los que habitamos el planeta, suena macabro. El poder tener la posibilidad de crear a X cantidad de clones de una o varias personas, es algo por ahora imposible, pero no sabemos si será imposible para siempre.


“<<Guardería infantil. Sala de Condicionamiento Neopavloviano>>, anunciaba el rótulo de la entrada.” (p.41)


Si el pensar en una clonación masiva es terrorífico, el imaginar que además seamos acondicionados para que nos gusten o no ciertas cosas, sí es cosa ya del mesmésemo demonio.


Lo que nos distingue en este mundo loco, es que somos únicos e irrepetibles, porque por más que hayamos heredado características de nuestros padres, no somos idénticos a ellos. Qué cosa tan terrible pensar que esto ya no fuera así, que si llegara a ser posible la clonación exacta, ya no seríamos tan únicos, ahora tendríamos gemelos (clones) y entre ellos y nosotros no habría diferencias. Pero que además fuéramos sometidos a acondicionamientos (como los conocidos perros de Pávlov[1]) que delimiten nuestros gustos es más que de terror. O ¿te gustaría tener un clon adiestrado en sus gustos?[2]





[1] Si quieres saber un poco del tema visita http://es.wikipedia.org/wiki/Iv%C3%A1n_P%C3%A1vlov
[2] La ilustración mostrada fue tomada de http://elbustodepalas.blogspot.mx/2010/06/cuando-empezamos-producir-saliva-el.html

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