miércoles, 11 de julio de 2012

Memoria vs olvido


Día 120
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Elizondo, Salvador: Farabeuf. México,
FCE, Colección Popular (Séptima edición), 2009.


Esta lectura me ha hecho pensar mucho en todo aquello que he vivido y puedo o no recordar. Es una lectura que nos invita constantemente a recurrir a nuestra memoria y sus puertas.


“ EL OLVIDO es más tenaz que la memoria.” (p. 84)


Pero como lo acabamos de leer, el olvido es más duradero, insistente que la propia memoria. ¿Por qué será que olvidamos tan rápidos las cosas? ¿A caso es una forma de autodefensa ante aquello que no queremos o debemos recordar? Por ejemplo, pensamos en la pérdida de un ser querido, si el olvido no fuera tan fuerte, tendríamos a flor de piel todo aquello que vivimos al lado de esa persona ¿podríamos vivir así? ¿recordando a cada momento, con lujo de detalle, todo aquello pasado: sentimientos, imágenes, palabras, olores, sabores, etc.?


Por ellos creo que el olvido sí tiene una razón de ser, porque si no fuera así  viviríamos llenos de un mundo de vivencias, sentimientos e imágenes de cada detalle de todo lo pasado, recordando eternamente. Esto tiene sus ventajas ante un ejemplo como el anterior, nos permite superar la pérdida; pero si lo trasladamos, con otro ejemplo, a una relación amorosa destructiva, el panorama no es el mismo. Por desgracia el no tener tan claras y presentes las experiencias vividas, nos llevan a cometer una, o mil veces, los mismos errores, cosas que no es nada alentador. Si tuvieras la oportunidad de no olvidar nada ¿te gustaría que fuera así? La verdad a mí, no.[1]






[1] La ilustración mostrada fue tomada de http://www.flickr.com/photos/juanignaciosl/2810658841/

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