martes, 16 de octubre de 2012

La Biblia


Día 216
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Brown, Dan: El Código Da Vinci. Barcelona, Ediciones Urano (Books4pocket), Trad. Juanjo Estrella, 2003.


¿Quién no ha oído hablar de uno de lo textos más famosos de la historia: La Biblia[1]? Yo estoy segura que la mayoría de los mexicanos (y del mundo entero) sí han escuchado sobre ella, pero ¿quién la ha leído?


“ […] La Biblia representa una guía fundamental para millones de personas en todo el planeta, de un modo parecido a lo que representan el Corán, la Torah y e Canon Pali para las personas de otras religiones.[…] ” (p.505)


Yo sólo he leído fragmentos y no en un tono de guía, sino de estudio antropológico. Sé que en muchas familias es tradición tener una en casa, si es grande y de gran volumen mejor, abierta encima de un atril en un apartado en especial; no sé qué significado tenga esto, ni gran parte de los textos bíblicos, pero sé que si uno se considera creyente cristiano, católico, judíos, es algo que se debería saber, pero el no saberlo no nos convierte en no creyentes.


No olvidemos que al ser un texto considerado sagrado, muchas personas ven como una ofensa el criticar o no admitir lo dicho aquí; con esto corremos el riesgo que ser fanáticos y poco flexibles ante lo que creemos como “la verdad” y que debemos tener en cuenta que es un relato, que puede ser guía o no; el conocerlo o no, el tenerlo o no, no nos hace mejores o peores personas porque lo que importa es el comportamiento  y no el aprendizaje de memoria del mismo. ¿Conoces algún pasaje bíblico que quieras compartir?[2]





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