martes, 2 de octubre de 2012

Tantita cafeína por favor


Día 202
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Brown, Dan: El Código Da Vinci. Barcelona, Ediciones Urano (Books4pocket), Trad. Juanjo Estrella, 2003.


Para la mayoría de los seres humanos, la necesidad de mantenernos despiertos, alertas, es vital porque se tiene que trabajar, estudiar o simplemente divertirse. Por ello es común recurrir a algún tipo de estimulante para lograrlo. Es bien sabido que la cafeína es uno de estos medios.

“[…] Sophie se tomó el té y una galleta, y notó los efectos reparadores de la cafeína y el azúcar.[…]”(p.316)


Cuando pensamos en cafeína, nos imaginamos un cafecito, ya sea americano, capuchino, o el favorito, pero la cafeína no se limita a esto, porque como lo dice la cita el personaje está tomando té.


El efecto reparador de la cafeína[1] es la relajación que obtenemos al llegar a  nuestro sistema nervioso y nos pone en alerta para continuar, o despertar, logrando nuestras actividades, con vitalidad y energía.


Recuerdo que hacer algunos años leí en la revista National Geographic en Español, un reportaje sobre la cafeína en donde se nos mostraba los efectos al consumirla en bajas o altas cantidades. El bajo es bueno para la salud: en alto es peligroso.  Yo, por ahora, me quedo con un té antes de dormir ¿y tú?.[2]









[1] Para leer un poco más sobre la cafeína se puede leer http://es.wikipedia.org/wiki/Cafe%C3%ADna

No hay comentarios:

Publicar un comentario