sábado, 5 de enero de 2013

Inicio de Si hubiera un mañana


Día 298
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Sheldon, Sidney: Si hubiera un mañana,
Buenos Aires, Émece editores (La nación), 2009.



En esta ocasión les comentaré sobre este libro, recomendado y prestado por mi compañero Arturo. La reseña comenta que es la historia de una mujer que es condenada a quince años de prisión, por un delito no cometido, y que al salir de este busca venganza. Las primeras quince páginas me han atrapado de inicio, primero porque empieza con un suicidio, que en apariencia no tiene sentido, y con la vida deseada de toda mujer, por la que más adelante será encarcelada.


“Es casi una inmoralidad sentirse tan contenta, pensó Tracy. Voy a casarme con el hombre que amo, tendré un hijo de él. ¿Qué más puedo pedir?” (p.13)


Llamó mi atención esta cita, porque ¿realmente uno se puede o debe sentirse mal, ser inmoral como dice, por sentirse bien y alegre por lo que se tiene? Si pensamos en todas las desgracias que pasan en el mundo, sí se podría aplicar porque ¿cómo es posible que a unos les valla tan bien y a otros tan mal? Alguien me podría decir que entonces uno se debe sentir mal por lo que uno tiene, pero no es precisamente lo que quiero decir, más bien que cuando en la vida se nos presenta por un lado lo mejor y por otro lo peor, no es algo que encaja con la noción de justo.


Así como algunos no piden ser ricos, tampoco otros piden ser pobres, o felices e infelices. Pero creo que todo gira en ser consientes que en un momento podemos estar en lo más alto y en un cerrar y abrir de ojo, llegar hasta lo más bajo; y así formarnos una conciencia en donde lo importante es el bienestar moral.









No hay comentarios:

Publicar un comentario