sábado, 2 de febrero de 2013

Un invento así…


Día 326
Comentando lo que me despierta la lectura de:
 Benítez Reyes, Felipe: Tratándose de Ustedes,
Barcelona, Túsquets Editores, 2002.



A lo largo de estos días he estado escribiendo sobre la posibilidad, claro está que sólo en la imaginación, de tener inventos que fueran imposibles para la lógica de nuestras vidas, pero no para la literatura. Pero no todo lo que se piensa, o sueña, es siempre con consecuencias deseadas para todos, ni para todo.


“[…] ¿No sospecha lo que podremos hacer con un ingenio que tiene el don de la invisibilidad y de la intemporabilidad?¿No se le ocurre pensar lo que le ayudará en su carrera política?¿No imagina las venganzas, los fraudes, los engaños que nos puede evitar, o llevar a cabo en nuestro interés, este endiablado muñeco?” (p.83)


Si pensamos en que un invento de este tipo fuera posible, como la posibilidad de ser invisible o de trasportarse en el tiempo, entenderíamos muchas cosas que de pronto, son inexplicables para nosotros, y en ocasiones injustas, como por ejemplo el por qué de pronto sentimos que las cosas ya las vivimos, lo que le llamamos Dejavú, porque entonces cabría la posibilidad de que en realidad sí lo viviéramos por segunda, tercera o cuarta vez. Pero si un invento así callera en las manos no adecuadas podría tener consecuencias negativas.[1]






[1] La imagen fue tomada de http://mundodesconocido.com/WordPress/?p=2308

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