Día 365+6
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Continuando con aquello de los proyectos que hacemos y
empezamos a realizar, ¿qué pasa cuando no podemos continuar, o sentimos que no
somos buenos en eso que decidimos hacer? Recuerdo que hace algunos años (aún
ahora me pasa pero ya es menos) cuando empezaba a leer, sentía que no era lo
mío, que no comprendía nada y por lo tanto se volvía algo tedioso y aburrido,
pero la nota trascribo a continuación, me hizo pensar que en muchas ocasiones
esto es precisamente me pasó y seguramente a los demás también, no sólo con la
lectura, sino con cualquier actividad que realicemos:
"Hay que hacer las cosas,
como decía un amigo mío que es profesor, ¡no de cuerpo presente y de mente
ausente! [...]" (p.49)
Seguramente te sentirás identificado con el siguiente
ejemplo: Tomas ese libro que tienes la buena intención de leer, desde hace
varios meses o hasta años, un día que tienes un poco de tiempo dentro de las
múltiples actividades diarias, preparas todo para que haya intervenciones, te
sientas en un sillón cómodo y cuando plácidamente empiezas la lectura, lees
pero no lees porque por la mente empiezan a pasar mil y un ideas que van desde
pendientes, chistes, preguntas, dudas, etc. Así que después de dos o tres
intentos por concentrarte no logras hacerlo y terminas dejando para otro día la
lectura.
Esto es precisamente lo que nos pasa cuando sentimos que
algo no lo hacemos bien, nuestra mente no está en lo que tenemos que estar.
Permitimos que las preocupaciones, pendientes y compromisos se adueñen de
nuestro ahora, de los pensamientos. No es que no tengamos la capacidad para
realizar lo decidió, pero no tenemos toda nuestra atención en ello, y esto hace
la gran diferencia. ¿Qué podemos hacer para que nuestra mente no permita que
pensamientos distractores nos roben en ahora? Hay varios métodos, yo intento
hacerlo consciente y en el momento en que me descubro distraída, empiezo de
nuevo. ¿Tú cómo lo logras?[1]
[1] La imagen fue tomada de http://teoriassociologicasunolosclasicos.blogspot.mx/2010/11/cambio-horarios-atencion-roberto-von.html
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