Día 356
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Saramago, José: El hombre Duplicado, (Trad. Pilar del Río)
Madrid, Santillana ediciones (Punto de lectura), 2007.
Hay varias teorías sobre los diversos tipos de temperamentos; una de
ellas es donde nos dice que hay personas de tipo colérico, melancólico,
flemático y sanguíneo.[1]
Así que dependiendo del tipo de carácter que se tenga es la forma en que se
toma lo vivido. Sí pensamos en un ejemplo, una decepción amorosa, no todos ni
todas actuamos de la misma forma ante dicha situación, habrá quién sea más
pasivo, y no tenga sed de venganza, y quién sólo piense en eso, ósea más
activo.
“[…]
Antonio Claro llegó rápidamente a la conclusión de que no tenía ningún
sentido preocuparse de hipotéticos segundos y terceros días antes de saber lo
que el primero tenía que ofrecerle. […]” (p.304)
No soy sicóloga ni especialista en el tema, sólo escribo a partir de lo
visto o vividos personalmente, y desde ahí puedo decir que muchas personas
somos dadas a adelantarnos a los sucesos, y nos olvidamos que lo importante que
es el ahora.
Yo no he podido encontrar mi equilibrio sobre este tema, quisiera poder
dejar de mirar al futuro, en especial de manera fatalista, porque no deja más
que nervios, obsesión y estrés, sé que me comprenderás sí eres igual que yo.
Pero sí has logrado encontrar el remedio para este mal, compártemelo.[2]
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