Día 365+31
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
Piera, Gustavo: La travesía. 18 claves para llegar a buen puerto. Barcelona, Alienta Editorial, 2006.
A cuántos de nosotros no nos ha pasado que tenemos exceso
de información en nuestro poder, no importa del tema que sea, con esto de la
información libre y abierta por la red, o por cualquier medio de comunicación,
que no sabemos qué, cómo, cuándo y dónde utilizarla. Esto también nos pasa a
nosotros como padres, cuando queremos lo mejor para ellos, porque los habrá que
no les interese dicho tema (claro está, aunque tengan hijos, ¿verdad?), y
cuando digo lo mejor no me refiero a todo aquello que les podemos comprar, sino
a lo que les podemos dar de calidad emocional y psicológica para que crezcan
fuertes y sanos, por dentro y fuera.
<<[…] ¿Por qué digo que no tiene espina dorsal el
padre permisivo? Porque ha recibido tanta información psicológica y educativa sobre
el daño emocional que puede causar a su hijo, que esto le ha ocasionado una
especie de osteoporosis a su esqueleto, es decía, a su sentido de autoridad. Ahora
se siente tan inseguro como educador, temeroso de equivocarse y herir a sus
hijos que tienen pavor a tomar decisiones.[…]” (p.57)
Lo que comenta Rosa, la autora de este libro, es verdad
porque si tenemos miedo a todo lo que les puede causar un daño a nuestros
hijos, entonces quedaremos paralizados en nuestro actuar. Hay cosas que no
necesita que nos digan nuestros pariente, amigo o familiar que les causará un
mal, o un bien, porque en muchas ocasiones es sólo confiar en nuestro sentido
común, en nuestro instinto. Se me ocurre por ejemplo que el niño quiere comer a
fuerza paleta de hielo en temporada de invierno, y hace pocos días le estuvo
fluyendo la nariz, creo que es más que obvio que no le hará bien (aunque el
niño llore o lo exija), y en nuestra mente sabemos que en pocos días, o hasta
en cuestión de minutos, el niño caerá enfermo.
Recuerdo muy bien que una vez platicando con mi amiga
Paty me dijo, con palabras más o menor, que
de lo único de lo cual se tenía certeza con los hijos, es que les íbamos a
causar algún trauma. Y estoy totalmente de acuerdo con ello, porque si queremos
ser padres guías, no padres complacientes, entonces es seguro que pasará,
porque claro está que no somos perfectos, y mucho menos que exista un manual de
cómo ser un padre ideal. Así que también escuchemos lo que nos dicta nuestro
ser para saber educar. ¿No crees?[1]
[1] La imagen fue tomada de http://www.mamapsicologainfantil.com/2012/06/miedo-la-separacion-en-ninos-y-ninas.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario