lunes, 13 de mayo de 2013

Machin


Día 365+61
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Feranka, Paul: El  Vidente. México, Planeta (Serie de Oro), 1992.



Este libro me ha dado pie a hablar de este prototipo de hombre, como la entrada anterior, porque el persona principal así es: un tipo con dinero pero son ningún tipo de escrúpulo para engañar a las mujeres. Machista, canalla, sin corazón. Pero ¿qué es lo que piensa un hombre así que es una mujer? Un hombre que es capaz de mirar sólo lo que le conviene a él y a sus intereses, sin importarle los demás.



“-¡Ya salió el aburrido de siempre…! Por eso no te hacen caso las mujeres, porque no quieres verlas como son en la realidad, sino como quisieras que fueran. Y al poco tiempo se aburren de ser tratadas como vírgenes en su nicho. […]” (p.24)




Veamos, si un hombre cree que una mujer sólo desea ser tocada, inducida al sexo, sólo ve una parte de todo el paquete, y es cosificada. No dudo, ni satanizo, a las mujeres que sólo buscan aventuras con alguien porque al final si las dos partes están de acuerdo, entonces no hay delito que perseguir; pero si un hombre tiene tatuado en su cerebro que las mujeres son algo y no alguien, entonces a ninguna le dan un trato digno, sino siempre las miran como parte de su propiedad, y las tratan como tal. [1]









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