sábado, 1 de junio de 2013

Inicio El jugador


Día 365+80
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.



Esta noche tengo en honor de empezar a escribir lo que me despierta esta novela, que como podrán darse cuenta es de uno de los autores más importantes no sólo de Rusia, sino de  la Literatura Universal: Dostoievski[1]. Espero poder hacer comentarios a la altura del autor, pero quiero enfatizar, como ya saben, que no haré comentarios o análisis de la novela como tal, sino tomaré una cita del mismo y les platicaré lo que me despierta. Espero que esto no los decepciones,  o que parezca por lo mismo algo no serio, sino que al ser este blog un ejercicio de lectura y escritura diario, no tengo el tiempo necesario para realizar un ensayo o crítica a fondo.


La pregunta con la que empiezo éste  libro es ¿qué es un jugador?  “Un jugador es un participante de un juego”[2]  Pero hay de juegos a juegos. Unos en los cuales sólo hay diversión sin perder ni ganar nada; y otros en donde pasa todo lo contrario. Hay juegos en donde se requiere conocimientos generales, como en el caso del conocido Maratón, y otros en donde es necesario poseer dinero, como cualquier tipo de Casino.



 “-Ni siquiera tengo dinero –le repliqué tranquilamente -; para perder es preciso tenerlo.” (p.12)




El problema de los juegos de Casino es que así como se gana, se pierde, se gana y se pierde, se gana y se vuelve a perder… es un círculo muy difícil de superar cuando se está enganchado en él. No dudo de este libro me dará más información de la que creo conocer sobre el tema, no por nada el propio título y la experiencia vivencial del propio autor ante el tema. [3]










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