miércoles, 12 de junio de 2013

Loco enamorado

Día 365+91
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.



Que bien se siente estar enamorado de alguien pero este estado no siempre es el mejor, porque se dice que los que son víctimas de este mal, también tienen algo de locura y de irracional. Esta  serie de sentimientos encontrados, que muchos no sabemos aún cómo explicar exactamente, es un torbellino de emociones.



[…] Cuando estoy arriba, en mi cuchitril, con sólo recordar e imaginarme el rumor de su falda, siento deseo de morderme las manos. ¡Por qué se enfada conmigo? ¿Porque digo que soy un esclavo? ¡Aprovéchese,  aprovéchese de mi esclavitud! […]” (p. 51)



Pero ¿realmente puede alguien estar tan enamorado que pierda toda voluntad sobre sí mismo? esta es seguramente una pregunta que el propio enamorado no se hace, porque al sentirse así, lo único que logra es estar en un estado “hipnótico”, sin voluntad, que en muchas ocasiones es punto clave de abuso para el ser amado. ¿Alguna vez te has sentido tan enamorado que piensas, y sientes, que has perdido toda voluntad propia y que eres capaz de hacer lo que sea por el ser deseada?[1]










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