Día 365+86
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
¿Qué es lo que nos rige cuando decidimos actual de cierta
forma? Pensamos en un caso concreto, queremos besar a alguien, seguramente
algunos de harán sin pensar, sólo lo harán, pero habrá quienes se pararán en el
preciso momento y pensarán en lo que conlleva dicha acción, y muy probablemente
no lleguen a hacerlo. Lo que quiero hacer notar es que actuamos según lo dicta
nuestra moral que “[…]son las reglas o
normas por las que se rige la conducta o el comportamiento de un ser humano en
relación a la sociedad, así mismo o a todo lo que lo rodea […]”[1]
y estas no siempre son las mismas de sociedad en sociedad y de tiempo en tiempo,
aunque tampoco totalmente distintas, pero sí con sus matices.
“[…] Una cosa
observaré: últimamente me resulta terriblemente molesto ajustar mis actos e ideas a una medida moral,
sea cual fuere. Era otra cosa lo que me dirigía…”(p. 27)
¿Pero qué pasa, como en la anterior cita, cuando actuamos
pero no sobre nuestra moral? Él dice que lo mueve algo más, ¿qué es? Recordemos
en título de este libro, El jugador,
y precisamente se refiere a esta acción de jugar. Creo que si al actuar sientes
molestia con tu moral, es porque seguramente estas actuando desde lo
irracional, lo instintivo, como diríamos, llevado por el momento. Imagínate en
un casino, moralmente sabes que no debes arriesgar tu poco dinero, no es lo
correcto, pero la adrenalina del lugar te hace hacerlo. ¿Correcto? Por supuesto
que no, porque no se parte desde lo acorde a nosotros, pero aun así lo llevamos
a cabo. Qué extraña la conducta humana. Tema
rico en pensar y discutir, seguramente más adelante tendré otra oportunidad de
continuar. [2]
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