Día 365+85
Comentando lo que me despierta la lectura de:
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
Dostoievski, Fedor: El Jugador. (Traducción del Ruso: José Jaín Entralgo) España, Biblioteca Básica Salvat, 1969.
Me ha llamado la atención una parte de mi actual lectura,
en donde describe uno de los personajes, los dos tipos de personas que asisten
a jugar en un casino. Como podrán notar, en la siguiente cita, esto tiene mucho
que ver con la posición económica de los jugadores, como era de pensarse,
porque no es lo mismo que una persona que va al casino a jugar por diversión, a
otra que va para intentar obtener más dinero para liquidar una deuda.
“[…] Hay dos
juegos: uno de caballeros y otro plebeyo […] El caballero, por ejemplo, puede
apostar cinco o diez luises , en contadas ocasiones más, aunque si es muy rico
puede hacer puestas de mil francos, pero sólo como un simple juego, como
diversión […]”(p. 25)
Al final no se qué tan adictivo puede llegar a ser el
juego mismo, hasta el punto de ya no importar tanto qué tanto dinero se tenga
inicialmente, sino el jugar por jugar. Desgraciadamente el vicio cuando es muy
fuerte, nos toca de la misma manera siendo pudientes, monetariamente o no. [1]
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