Día 365+153
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Al
intentar definir lo que es una mujer, nuestra autora, en la introducción del
este libro que ahora leo, hace un recorrido rápidamente por diversos doctrinas en
donde se a definido a las mujeres. Una
de ellas es el conceptualismo, ¿qué es?
“[…] Pero el conceptualismo ha perdido terrero: las
ciencias biológicas y sociales ya no creen en la existencia de entidades inmutablemente
fijas que definirían caracteres determinados, tales como los de las mujeres, el
judío o el negro; considera el carácter como una reacción secundaria ante una
situación.[…]" (p. 16)
El
conceptualismo es una doctrina filosófica que “[…] mantiene que aunque los
universales (abstracciones o ideas abstractas) no tiene existencia en el mundo
externo, existen sin embargo como ideas o conceptos en la mente y que allí
implican algo más que palabras.[…]”[1]
Tratemos de hace un esfuerzo mental para entender esto. Si nos preguntamos ¿qué
es una mujer?, el conceptualismo, según esta definición, nos diría que en la
mente de todos está el concepto de lo que es (concepto fijo, o sea que no puede
variar), gracias a lo cual podemos decir lo que es, no importando si es una
mujer de México o China, por poner un ejemplo. Ahora sí pensamos un poco en la
anterior cita, nuestra autora dice que el conceptualismo ha perdido terreno,
¿por qué? Porque hay otras propuestas para definir a la mujer que no están de
acuerdo con que haya ideas fijas. Yo no sé qué pensar por ahora, porque hay
algo que nos hace ser a todas mujeres, o a todos hombres, pero también hay algo
que nos hace diferentes de otras mujeres u otros hombres. [2]
No hay comentarios:
Publicar un comentario