Día 365+154
Comentando lo que me despierta la lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
Retomo
la cita de la anterior entrada a este blog, porque en ella Simone de Beauvoir
nos habla de dos término, uno el racionalismo, que ya lo definí, y el
nominalismo. Así que ahora me ocuparé de este último.
“[…] ¿Significa esto que la palabra “mujer” carece de
todo contenido? Es lo que afirma enérgicamente los partidarios de la filosofía
de la luces, del racionalismo, del nominalismo: las mujeres serían solamente entre
los seres humanos aquellos al os que arbitrariamente se designa con la palabra “mujer”.[…]"
(p. 16)
El
nominalismo “[…] es una doctrina filosófica según la cual todo lo que existe
son particulares. […]”[1]
Si nos referimos a cita anterior podemos
entender mejor esta definición, porque ahí se los dice que la palabra “mujer”
carece de una definición, o sea que no podemos decir algo universalmente de
ella, sino que esta vacío, o sea niega el universal.
Así
que la diferente entre el conceptualismo, el racionalismo y el nominalismo es
que el primero afirma que hay una idea universal fija de las mujeres, el
segundo no niega lo universal ni lo particular pero sí pide que este fundado en
la razón, y el último no acepta los universales, sólo los particulares, o sea
que cada mujer es un ser particular único que no se puede definir desde un
concepto fijo. ¿Ya estamos lo suficientemente enredados? Yo por lo menos sí, ¿y
tú? [2]
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