Día 365+337
Comentando lo que me despierta la
lectura de:
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
De Beauvoir, Simone: El Segundo Sexo. México,
Random House Mondadori (Debolsillo), 2013.
La
homosexualidad es un tema que aún en pleno Siglo XXI causa grandes
conversaciones y discusiones en México, porque siendo un país que continúa
siendo muy conservador, ya empieza a vivir un cambio ideología y social que nos
tiene en ajustes de los mismos. Por este motivo es común aún escuchar opiniones
sobre lo que se cree que es una relación amorosa entre homosexuales, por
ejemplo, he escuchado a personas que opinan que los homosexuales son más
celosos que los heterosexuales, y que cuando tienen discusiones de pareja son
más agresivos.
“[…] Al igual
que la de un hombre y una mujer, la asociación de dos mujeres adopta multitud
de figuras diferentes: se funda en el sentimiento, el interés o la costumbre;
es conyugal o novelesca; da cabida al sadismo, al masoquismo, a la generosidad,
a la fidelidad, a la abnegación, al capricho, al egoísmo, a la traición; entre
las lesbianas hay prostitutas y también grandes enamoradas.”(p.361)
Yo estoy totalmente de acuerdo con la anterior cita, y no
es porque haya conocido a muchas parejas homosexuales, sino por el simple hecho
de pensar que si todos somos seres humanos, entonces nuestra forma de
relacionarnos es parecida. No es que los homosexuales hayan venido de un
planeta extraño al nuestro, con ideas y comportamientos diferentes, sino que
muchos heterosexuales creen que es así por los prejuicios morales que se
manejan en nuestra sociedad. [1]
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