Día 293
Comentando lo que me
despierta la lectura de:
Zapata, Luis: El vampiro de la colonia Roma
(Las aventuras, desventuras y sueños de Adonis García),
México, Debolsillo, 2012.
Zapata, Luis: El vampiro de la colonia Roma
(Las aventuras, desventuras y sueños de Adonis García),
México, Debolsillo, 2012.
Quiero
dar las gracias a mis lectores a lo largo de todo este 2012 porque no me he
sentido sola en mi andar. Gracias a todos lo que me han dado palabras de
aliento para seguir leyendo y por supuesto escribiendo. Y a también a los que
ya no están como mi Jessy. Es un placer. Feliz Año Nuevo 2013.
El sueño deseado:
llegando toda la familia a la casa de los abuelitos, con sus platillos,
comiendo y bebiendo en un ambiente de amor, paz y prosperidad. Los hermanos se
abrazan y besan, los primos platican y cotorrean y los nietos juegan en el
patio delantero de la casa. El año Nuevo es una fiesta de amor y alegría. ¿Eso
debería de ser? O ¿Nos han enseñado es así? Lo hemos aprendido y por ello lo
deseamos. Pero no todos lo viven así.
“[…]
y esa fue la historia del arresto
estuvimos tres días para investigación en la cárcel fue horrible que bárbaro llegamos a la cárcel una
noche a las siete de la noche” (p.123)
Yo esperaría que
todos pasáramos un fin de año como el que dibujé al principio, pero no hay algo
que no podemos negar: los rencores, vicios y problemas están en toda persona, en
toda familia, y así como este día puede ser el mejor, o ha sido uno de los
mejores, también ha sido todo lo contrario porque no falta el que sale a
relucir su problema de alcoholismo y nadie lo soporta(y es llevado a la cárcel –el
torito- como en caso de mi lectura), o la que quiere llamar la atención, o los
que se reclaman cosas que no se dieron en el año o muchas otras cosas que
pasan.
Yo me invito, los
invito, a pensar en aquello que debería no ser sólo una costumbre, sino una verdadera
reflexión, los 12 deseos de año Nuevo, que ese sea el pretexto para cerrar los
ojos y mirarnos, mirar lo que hicimos correcto e incorrecto, pero a nosotros y
no a los demás, y que aunque sí es un momento de tristeza y recuento de lo
perdido, que pensemos más en lo ganado; a que las metas que nos pongamos sean
nacidas de lo que ya hacemos bien en nuestro ahora y no metas imposibles de
alcanzar, y espero que así, esta sociedad, esta ciudad, mi familia podamos
crecer como sujetos y no como objetos. Gracias
2012.[1]
[1] La imagen fue tomada de http://www.business2community.com/marketing/top-marketing-trends-for-2013-0357537